Nunca hablo de música, y no sé por qué. Me di cuenta el otro día cuando mi editor me enseñó que tiene un santuario a King Diamond debajo de su propia casa.
Por mi parte, el mayor tributo al heavy metal que tengo yo es una entrada firmada por Alexi Laiho y el resto de Children of a Bodom. Ese es mi mayor tesoro tras decenas de conciertos que se fueron domesticando a lo largo de los años por decisión propia.
La música fue algo imprescindible en mi adolescencia, donde apenas salí de la pentatónica y los típicos quince o veinte acordes que aprendí con los colegas; los punteados, las quintas y el ritmo fueron la forma que encontré para empezar a expresarme.
Pero antes que después, descubrí que no era la mía; que tenía que renunciar a lo de estrella del rock y a los excesos en un backstage y ponerme a escribir.
Aun así, siempre he agradecido en silencio esa guía que llegó de la mano de tantos géneros; sobre todo del rock, y que me permitió descubrir el heavy metal, pero también el blues, y el jazz, y el… Bueno, ¿quién necesita más?
Ahí van diez joyas, y un rey.
1. In a sentimental mood
Duke Ellington (1935)
2. Lucille
B.B. King – Lucille (1968)
https://www.youtube.com/watch?v=-Y8QxOjuYHg
3. I Want To Break Free
Queen – The Works (1984)
4. Segundo movimiento: Lo de fuera
Extremoduro – Dulce introducción al caos (2008)
5. Beware The Heavens
Sinergy – Beware The Heavens (1999)
6. Timber (Pitbull & Ke$ha cover)
Postmodern Jukebox – YouTube (2014)
7. Childen of Decadence
Children of a Bodom – Follow the Reaper (2000)
8. Hallowed Be Thy Name
Iron Maiden – The Number of the Beast (1982)
9. November Rain
Guns’n’Roses – Use Your Illusion I (1991)
(Con esta me casé, por cierto.)
10. Rock You Like a Hurricane
Scorpions – Love at First Sting (1984)
Y el rey del que os hablaba.
Elvis Presley – Jailhouse Rock (1957)
Claro que hay muchas más…
Quizá le coja el gusto a esto.
Yo es que sigo escuchando metal 🙂
Fue escuchar el Painkiller en 1991 y enamorarme de una música que me hace vibrar con su percusión atronadora, los terremotos de cuatro cuerdas y los alaridos de las guitarras (no, para los profanos los alaridos los darán los cantantes, pero no es así), muy dejada atrás ya la adolescencia. Y también, como muchos, intenté hacer mis pinitos con el hacha y el micro. Lo que fue un desastre, claro. Mejor ponerse a escribir, sí 😉
Y «November rain» como elección para la boda es todo un acierto.
Aunque no son de mi época precisamente, siempre preferí el Kill’em all y el Master. De todos modos… ¡Joder, qué buen gusto tienes, Alce! Cada vez me caes mejor… 😉
Yo es que a Metallica le tuve un poco de tirria en mi adolescencia… Me explico: en esos años era más de glam metal y power metal, y el thrash no me acababa de molar; si a eso se le sumaba el pelotazo que dieron con el disco negro, pues no veas… Que si son unos vendidos de la MTV, que si son unos traidores, que si… todas esas tonterías de los años mozos.
Con los años, no solo me gusta el thrash, sino que hasta de vez en cuando escucho grind, ya puestos, que no tengo complejos.
Y Metallica, excepto el que para mí es un batacazo (St. Anger), se han convertido también con los años en un grupo muy querido para mí.
Aunque eso de los gustos siempre es relativo, me encanta compartirlos con otra persona 😉
Enamorada de «November rain»… y que yo en mis años mozos no paraba con los Guns n Roses
¡Es que los Guns eran los Guns! 😀 Gracias por comentar. 😉
Ahora veo a Axl Rose y me dan ganas de llorar…
En su día, mi padre se miraba la barriga y me decía: «¡Cómo se estropean los cuerpos!». Creo que es muy aplicable a Axl Rose, ¿no te parece? ¡Jajajajaja! 🙂
De todos modos, creo que se ha apegado a una estética que le hace un flaco favor, todo sea dicho.
Desde luego, cómo se estropean los cuerpos! Pero es que hasta la cara… se ha hecho estética?
Ahí ya no sé qué decirte. A mí me parece bastante relacionado con el sobrepeso: vamos, que se le ha ensanchado todo. Pero no soy muy docto en el tema, todo sea dicho.