El cumpleaños de un feminista

Sería bueno mirarse el ombligo y reconocer ese pequeño lazo ya invisible que nos une a unos y a otros; recordar que todos debemos la vida a una mujer. Recordarlo; respetar lo que somos —lo que fuimos—, y matarlas, pero a besos, y comprenderlas, solo entre caricias, y sorprenderlas, esforzándonos por ser mejores personas.

Es el Día de la Mujer Mundial – Javier Ruiz (2015)

Hoy, Twitter resplandece bajo hashtags como #NosotrasParamos o #DiaInternacionalDeLaMujer. También la prensa y la blogosfera; ¡el WhatsApp incluso! Las mujeres toman literal y metafóricamente las calles, para evitar que sigan arrebatándoles más vidas, más derechos, más libertades; y los hombres de verdad, ahí deberían estar: junto a ellas, apoyándolas; respaldando cada una de sus reivindicaciones. No por necesidad, sino por justicia. Gritando con todas ellas por un cambio real; un cambio que cada vez está más cerca y que, henchido de las desgracias que nos legó el 2016, ha levantado el vuelo para alcanzar el lugar que le corresponde a la mujer en nuestra sociedad.

Graffiti de Laila Ayawi: WOW Unchained
Graffiti de Laila Ayawi en el encuentro de 2015 en El Cairo, bautizado como WOW Unchained.

Hay quien sigue pensando que la brecha salarial es un cuento; que el «iba provocando» es un atenuante, y que el feminismo que exige su papel en sociedad nos remite al hembrismo, y no a una justicia e igualdad real que, poco a poco, conseguiremos alcanzar entre todos. Hay hombres y mujeres que piensan así; que piensan que solo hay un tipo de feminismo, y que no se puede ser feminista vistiendo un hiyab o enseñando los pechos; personas que creen que pueden domesticar el feminismo, adaptarlo a sus cánones: simplificarlo.

A mí el feminismo me ha enseñado que somos libres. Libres para acertar y para equivocarnos, para cambiar el mundo o para invertir todas nuestras energías en aquellas batallas que decidimos librar; me ha enseñado que las diferencias son escasas o enormes dependiendo de cada hombre y de cada mujer, y casi siempre maravillosas; y que aquello que nos define e, indefectiblemente, nos une a todos es inmensamente más importante que lo que nos diferencia.

Existen distintos tipos de feminismo: asúmelo ;-)Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 31. Nací en 1986, a las tres de la madrugada, por lo que mi madre siempre dice que ya llegué dispuesto a dar por saco a todo quisqui. Y, además, tengo fama de ser «criticón» y puntilloso, pero si hay algo que nunca me ha molestado es compartir mi día con una lucha que, a medida que todos crecíamos, se volvía más necesaria, más fuerte, y más imparable.

Supongo que hoy es mi día, pero me alegra sentir que también es el día de mi la mujer que decidió pasar sus días junto a mí, de mi madre, de mis amigas, y compañeras, y de todas aquellas que, lo sepan o no, ayudan a construir un mundo más justo para todos y todas.