Recursos morfosintácticos para narrar

Estos días, estoy volviendo a escribir mucho bastante algo  un «poquico». De apoyo, me estoy revisando los apuntes de mis cursos de escritura y, de vez en cuando, veo contenido que creo que puede ser muy útil para todo dios. Por ejemplo, los apuntes sobre recursos morfosintácticos que han salido por un cajón.

Nos han vendido la idea de que narrar solo es arte, talento; pero narrar también es artesanía. No puedes aprender a ser Bolaño, Delibes o Cabré con artesanía, pero puedes ser… como otros escritores que publican, y viven bien, y beben champán (que no me quiero yo pelear con nadie). Hoy, desempolvo unos cuantos recursos y voy a rajar un rato sobre esto; algo que te va a ayudar mucho cuando empieces los procesos de reescritura de un manuscrito.

Wait a second, «cheñor»! ¿Qué son los recursos morfosintácticos?

Definición de morfosintaxis de la Wikipedia:

La morfosintaxis es el conjunto de elementos y reglas que permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad mediante el marcaje de relaciones gramaticales, indexaciones y estructura jerárquica de constituyentes sintácticos.​ Incluye la morfología y la sintaxis,​ dos componentes de la gramática que, por utilidad didáctica y conceptual, se analizan por separado; sin embargo debe tomarse en cuenta que en realidad son dos unidades indesligables. Para muchas estructuras lingüísticas particulares los fenómenos morfológicos y sintácticos están estrechamente entrelazados y no siempre es posible separarlos. En el caso de las lenguas polisintéticas la distinción es aún más difícil y en ocasiones ni siquiera parece posible separar morfología y sintaxis, ya que una oración puede estar formada por una única palabra que incluye un gran número de morfemas.

Los recursos morfosintácticos son, por definición, aquellas relaciones gramaticales que se basan o dependen de las palabras y de nuestra habilidad para relacionarlas, suprimir, alterar y un largo etcétera. Simplificando (bastante), son aquellos recursos que solo dependen de cómo usamos las palabras. Un recurso morfosintáctico sería, por lo tanto, desde el epíteto, que veremos a continuación, al vesre argentino.

Epíteto

Cuando un adjetivo refuerza la cualidad del sustantivo, tenemos un epíteto: bravo guerrero, fiero león, blanca nieve. Como reforzador, acostumbra a ir antes del sustantivo.

Noche oscura del alma. […]

La fría nieve en mis manos. […]

¿Dónde fue la miel dulce que nos juramos, y blablablá? […]

Sinonimia

La sinonimia es la enumeración de términos que tienen un significado común. Suele utilizarse, a menudo, en diálogos entre personajes y en el estilo indirecto libre. Puede tener distintos objetivos, pero, por regla general, tanto en narrativa como en prosa, pretende enfatizar una emoción positiva o negativa.

Ese zángano, inútil, comemierda…

Los-Simpson-Poe-2
“Aunque tengas la cresta rala y lisa no es tu actitud sumisa. Tú, que por el margen de la noche vagas, dime, cuál es tu nombre, antes de que deshagas lo que plutónicamente te da el hombre, pájaro carroñero.” Y el pájaro dijo: ¡Multiplícate por cero!

Asíndeton

Consiste en la supresión de las conjunciones, que establecen relaciones entre las palabras o las oraciones. Un ejemplo típico sería «Veni, vidi, vinci», aunque suele utilizarse mucho en poesía y no tanto en otros estilos de narración. Entre los recursos morfosintácticos, el asíndeton no es tan usual como el polisíndeton que sí suele verse más en la prosa.

Ella canta, baila, goza.
Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano

Polisíndeton

Entre los recursos morfosintácticos para narrar, el polisíndeton suele lucir bastante. Consiste en agregar conjunciones innecesarias con la idea de reforzar el sentido o dar mayor intensidad a la acción.

Y cogí una 9mm, y me la metí en la boca, y escuché el clic del percutor.

Elipsis

Supresión de términos porque consideramos que no son necesarios. Entre los recursos morfosintácticos, la elipsis puede, por ejemplo, comerse un verbo (primer ejemplo) o dejar una frase partida por la mitad (segundo ejemplo), pues, o bien el lector puede completarla y la frase queda más, ¿qué sé yo?, ¡dinámica!, o bien confiamos en que el lector/a la terminará de dotar de sentido.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

A quien buen árbol se arrima…

Anáfora

Consiste en repetir una o varias palabras del inicio de la frase. Como recurso morfosintáctico suele funcionar si no abusamos del mismo y lo utilizamos en momentos muy concretos de la narración, que requieran emoción, desentimiento exacerbado, etc.

Duele la cicatriz de la luz,
duele en el suelo la misma sombra de los dientes,
duele todo,
hasta el zapato triste que se lo llevó el río.

Vicente Aleixandre (1898-1984)

Paralelismo

Consiste en repetir construcciones similares y puede utilizarse tanto en verso como en prosa; igual que ocurre con otros recursos morfosintácticos (como la anáfora), el paralelismo es típico de la poesía, pero se ha adaptado mejor que otros a la prosa.

—Contéstame solo a una cosa: ¿por qué?

Porque no quiero verte, porque me repugnas, porque La jungla de cristal es la mejor película navideña de la historia, porque yipi ka yei, hijo de puta.

Recursos morfosintácticos - Simpsons - Señorita Edna recursos morfosintácticos (Edna Krabappel)
Querida Edna, tu carta repleta de recursos morfosintácticos me dejó sin aliento. Yo me llamo Woodrow…

Epanodipsis

La epanodipsis consiste en utilizar la misma palabra para empezar y terminar una misma unidad métrica o sintáctica. En cristiano, esto se traduce a comenzar y acabar una frase con la misma palabra (Verde que te quiero verde.), pero también en otras construcciones, como empezar y acabar un capítulo de una novela o un poema con la misma frase, lo que demuestra la elegancia de un texto que se ha trabajado mucho.

Aquel día, Pepa supo que mataría a Pepe.

[…] Bla, bla, blá. Todo el texto del capítulo. Pepe engaña a Pepe, se va a un hotel con Juani, y vuelve a Vallecas, por la noche, oliendo a perfume barato. […]

Aquel día, Pepe supo que mataría a Pepe.

Igual que otros recursos morfosintácticos, la epanodipsis ha evolucionado a lo largo del tiempo, permitiendo intercambiar algunos elementos de la frase.

Retruécano

Repetir las mismas palabras en una frase con un orden distinto. Es un recurso que se ha utilizado mucho en prensa y que ya se puede observar en obras como Artículos de Mariano José de Larra (1809-1837). O sea, que es más viejo que el comer.

En este país, no se lee porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee.

Hipérbaton

Como último de los recursos morfosintácticos que he recopilado (a ver si me animo a seguir alargando el artículo, ¿no?) está el hipérbaton. El hipérbaton consiste en un cambio del orden lógico de las palabras, que es muy común en poesía, pero apenas residual en prosa y narrativa.

Cerca del Tajo en soledad amena de verdes sauces hay una espesura, toda de yedra revestida y llena, que por el tronco va hasta la altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído.

Garcilaso de la Vega (1503-1536)


Escribiendo este artículo, encontré un señor que, en Halloween de 2019, recopiló todo el fragmento de El cuervo, de Edgard Allan Poe, que aperece en Los Simpson. Que lo he flipado yo, y lo pongo para que lo flipemos todos.

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